Cómo Usar la Bomba Centrífuga de Arrastre Magnético Compass

Las bombas centrífugas de accionamiento magnético son una solución óptima cuando se requiere la manipulación de líquidos altamente corrosivos, tóxicos, contaminantes o costosos. Es importante que el líquido esté limpio sin sólidos en suspensión que de otro modo obstruirían el impulsor cerrado.

Debido a su principio de funcionamiento, las bombas centrífugas crean una depresión en la succión. Si la presión absoluta en la entrada del impulsor es inferior a la tensión de vapor del líquido de trabajo, se produce el fenómeno de cavitación (creación de burbujas de líquido evaporado e implosión en el impulsor). Las bombas centrífugas de accionamiento magnético Fluimac deben colocarse fuera de los tanques de fluido y siempre instalarse por debajo del nivel para que el líquido no tenga dificultades para entrar en la succión de la bomba. Sin embargo, es posible controlar la altura máxima de succión a través de las curvas del NPSH: el NPSH de la bomba (disponible) siempre debe ser mayor que el NPSH requerido por la instalación, considerando la altitud geodésica (diferencia de altura entre el tanque del valle y la entrada de la bomba), las pérdidas de carga entre estas dos secciones y la diferencia de presión entre la presión del nivel libre del tanque del valle y la tensión de vapor del líquido.

Además de las condiciones de succión, es fundamental conocer las características de las tuberías de descarga porque influyen en el cálculo de la prevalencia. Antes de elegir la bomba centrífuga de accionamiento magnético, es necesario conocer la prevalencia requerida por la instalación: a la altitud geodésica (diferencia de altura entre el tanque del valle y el de la montaña a través del cual mover el fluido) se debe agregar todas las pérdidas de carga debidas a la instalación. Podemos dividir las pérdidas en dos tipos: distribuidas y localizadas. Las primeras dependen del flujo del fluido en las tuberías y se necesita conocer las dimensiones y condiciones de los tubos, las segundas dependen de factores localizados en la instalación como por ejemplo curvas, válvulas o filtros.

Finalmente, es necesario conocer el fluido de trabajo. Tanto la viscosidad como la densidad influyen en el cálculo de las pérdidas de carga y también en la elección de la potencia del motor. Es importante recordar que la viscosidad depende fuertemente de la temperatura de operación. Las bajas temperaturas aumentan mucho la viscosidad