Definamos:
- ΔZ la diferencia de altura entre la cuenca de valle A y la cuenca de montaña B;
- PA y PB las presiones que actúan respectivamente en la superficie libre de la cuenca de montaña A y en la superficie libre de la cuenca de montaña B;
- γ = peso específico del fluido (= densidad del fluido*aceleración de la gravedad g);
- ΣY la suma de las pérdidas distribuidas y localizadas dentro del sistema.
En
condiciones ideales, con conductos perfectamente lisos, sin curvas, válvulas o filtros, por lo tanto 𝛴𝑌 = 0 y con 𝑃
𝐴 = 𝑃
𝐵 = 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑖𝑜𝑛 𝑎𝑚𝑏𝑖𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙, tendríamos que 𝐻 = ΔZ, por lo tanto, la bomba centrífuga transfiere toda la energía para superar solo la altura.
En realidad, la bomba debe superar una cantidad mayor que solo la diferencia de altura ya que las condiciones ideales nunca se pueden alcanzar, por lo tanto, la prevalencia que debe alcanzar es
H = ΔZ + (PB - PA)γ + Σ Y
Una vez establecidas las dimensiones de la bomba centrífuga (impulsor y voluta) y la velocidad de rotación del impulsor (dada por el número de revoluciones del motor), la
curva característica es única y típica para cada bomba.